Tour Tánger - Assilah - Tetuán - Chaouen

Te recogemos en el aeropuerto o puerto (Tangerville) de Tánger. Recorreremos contigo las principales atracciones turísticas a visitar.

Tánger, ”la alta”, como la apodan los marroquís, es la sorprendente puerta norte de Marruecos. Tierra de espías e intrigas, fue ciudad de acogida de ilustres escritores como Paul Bowles que residieron en ella atraídos por el aura de su misterio. La ciudad viaja a una increíble velocidad de nueva modernidad y lujo y combina antiguos estilos de árabe e influencia de los antiguos protectorados españoles y franceses. Es pues, una mezcla de estilos como ciudad fronteriza abierta al mar que mira hacia Europa desde el estrecho de Gibraltar. No en vano está a una hora de Tarifa (España) en ferry.

Con el vehículo te llevamos a Cabo Spartel. Pasamos por una bonita zona residencial y los palacios reales hasta el Parque Perdicaris. Antaño fue residencia del matrimonio que llevaba este nombre, y registró el incidente internacional de la zona más famoso de principios de siglo XX. Llegar hasta el faro de Cap Spartel es saberse en el cruce de dos océanos, puesto que en este punto se unen el Mediterráneo y el Atlántico. Junto con el faro de Malabata flanquea la bahía de Tánger.

Te maravillarán las vistas de los acantilados y las playas que nos encontramos después. Tendrás la oportunidad también de pasearte con dromedarios que están por la zona. La carretera nos lleva a las Grutas de Hércules, cuya silueta al mar es la imagen más representativa de Tánger y señalaba la entrada por siglos del continente africano.

El camino de vuelta será hasta el barrio de Marshan, en la plaza del imponente palacio real. Allí está el pequeño enclave de tumbas fenicias excavadas en la roca que constituyen el mirador al estrecho de Gibraltar más concurrido entre los habitantes de la ciudad. Puedes también tomar un té en el café Hafa que está muy cerca. Y observar cómo los marroquíes ven pasar el tiempo oteando los cargueros y barcos que cruzan las aguas entre Tarifa y nuestra metrópolis.Desde este punto en lo alto de la vieja Tánger, entras en la muralla que envuelve la Kasbah. Después puedes visitar el interesante y bello museo renovado en el antiguo palacio del sultán. Luego, diviértete paseando por la medina siguiendo los itinerarios marcados o en visita guiada. Hasta llegar a lugares icónicos como la plaza del Petit Zoco, la Delegación americana, el antiguo zoco grande ahora reconvertido en la Place 9 d'avril y el histórico café Paris.

Nos dirigimos a Tetuán por la bonita carretera interior en que apreciaremos el Marruecos rural que se extiende entre Tánger y nuestro destino. Podrás hacer una parada en el pueblo de Ait Lahcen para observar el paisaje y la vida rural mientras tomas un té o darte un pequeño paseo. Depende de la hora nos podemos parar a comer uno de los maravillosos tajines o carne a la brasa que se come en los puestos típicos de este pueblo de carretera. Por defecto escogeremos esta última ruta o la autopista por ser más rápidas.

Tetuán es la antigua capital del protectorado español. También conocida con el sobrenombre de "La paloma blanca", la ciudad cubre con sus casas encaladas las laderas donde está asentada. En visita guiada puedes disfrutar de su enorme medina, declarada Patrimonio de la Humanidad. Es una auténtica maravilla y muy poco conocida. Percibirás que permanece aún auténtica y podrás disfrutar observando todo tipo de artesanos que trabajan en ella.

Es muy bonito empezar desde la Plaza Moulay El Mehdi, donde aún da la hora la campana de una iglesia católica. Después, pasear por el coqueto ensanche disfrutando de las bien conservadas fachadas coloniales hasta el palacio real. Todo en Tetuán está pintado de blanco y verde. Y también está repleto de señales de su antiguo carácter español. El palacio está situado en la preciosa plaza de Hassan II, adornada con unas columnas modernistas de un discípulo de Gaudí que residía en Melilla.

Tetuán aún no ha sido invadida por el turismo y vale la pena observar la vida cotidiana de sus habitantes a día de hoy para hacerse una idea de lo que es el Marruecos actual. La luz de Tetuán como en Tánger es de un brillante que no olvidarás. Después de la visita viajamos a Chaouen.

El mágico pueblo azul de Chefchaouen en las montañas del Rif está a 115 km de carretera al sureste de Tánger.

Aunque es un destino muy turístico, se trata de un pueblo sagrado que sólo desde 1920, con la llegada de los españoles, empezó a permitir su entrada a los extranjeros. Y esto se percibe desde el primer momento. Es una visita imprescindible por la belleza del lugar y su peculiaridad.

En Chauen disfrutarás del paseo por sus acogedoras calles pintadas de azul índigo. Hay diversas teorías sobre porqué son azules. Para muchos están catalogadas entre las 10 calles más hermosas del mundo. Instagramers: será vuestro deleite, cada calle, cada puerta y cada rincón son una bellísima fotografía.

Puedes visitar la Kasbah y subir a su torre desde donde observar el hermoso paisaje del pueblo y las montañas del parque nacional de Talassemtane. Nos acercaremos a los lavaderos donde las mujeres se reúnen para lavar ropa y tenderla al sol siguiendo sus costumbres. La medina está repleta de tiendas de artesanía, por lo que también puedes aprovechar para hacer algunas compras. La plaza de Uta Al-Hammam de estilo andaluz con restaurantes en la azotea de sus edificios es ideal para comer o tomar un té en un lugar agradable y disfrutar de la brisa.

Si te quedas un par de días, además de la excursión a Chaouen podemos hacer excursiones hacia el parque de Talassemtane, a las cascadas de Akchour o llegar hasta el mar en Oued Laou. Disfrutarás de paisajes impresionantes.

El camino de vuelta es hacia el precioso pueblo de Assilah. Este destino de aire marítimo seguro que te encantará. Se trata de un pequeño enclave en medio de playas de arena fina que se encuentra a unos 50 km al sur. El trayecto por carretera te permitirá disfrutar de un bonito paisaje de estas playas infinitas que se extienden a lo largo de la costa atlántica norte de Marruecos. Si lo deseas, podemos hacer una parada para tomar algunas fotografías. O también dar un pequeño paseo en la orilla del mar tomando algún desvío.

En verano, este puerto de pescadores es un destino de playa muy visitado. Su singular fortificación portuguesa protege su encantadora pequeña medina de casas encaladas. Es delicioso pasear tranquilamente en el silencio de sus calles estrechas. Cada esquina y cada puerta son una postal. Si ya está accesible, llega al mirador de la muralla que se adentra en el mar. Allí te puedes sentar y relajar la mirada sobre el perfil blanco de casas y rocas en el que rompen las olas. Es un momento para disfrutar que no olvidarás.

Además, las fachadas de las casas de Assilah son el escenario anual de un festival de arte, que las repinta con murales de diferentes estilos. Es un regalo a la vista que produce de año en año, postales diferentes de sus rincones. Descubrirás que la medina está repleta de tiendas de estilo bohemio. Puedes detenerte a comprar ropa, cerámica, joyas o algún otro souvenir marroquí. Y no te olvides de visitar muy cerca de la medina, la bonita iglesia cristiana de San Bartolomé, de 1927. Siempre es un curioso contraste en medio de las edificaciones marroquíes que la rodean.

Sin embargo, la joya prehistórica a 15 km de Assilah es el desconocido Cromlech de Mzora. Se trata de un pequeño conjunto de monolitos en círculo como los de Stonehenge. Y de hecho, es el único monumento megalítico que se conoce de todo el norte de África. Si quieres aprovechar y contratar esta opción añadida a la excursión a Assilah, coméntanoslo rellenando el formulario adyacente.

En función de la hora de la excursión, vale la pena comer en algún restaurante de pescado del día a mitad del camino, o en la misma Assilah.

Traslado al aeropuerto o puerto de Tánger y fin de nuestros servicios.