El Valle de las Rosas, famoso por los productos de belleza que se extraen de ellas. En mayo se celebra la Fiesta de las Rosas en el Kelaâ M’Gouna, donde el color de los pétalos de rosa y su perfume lo envuelve todo. Visitaremos una cooperativa donde se producen derivados de estas flores.
No puede faltar en este viaje dar un paseo por la mítica ciudad fortificada, el Ksar de Ait Ben Haddou. Goza del status declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Sus viviendas de adobe llenas de ornamentos están confinadas dentro de una fuerte muralla reforzada por torretas de defensa. Este espectacular conjunto de kasbahs construido en una colina se eleva sobre el paisaje desértico del Anti Atlas. Es sin duda uno de los lugares más emblemáticos de Marruecos.
Allí, podemos visitar y disfrutar de la comida en la cooperativa Tawarna, un proyecto que empodera mujeres de Ait Ben haddou.
Si el tiempo lo permite, de camino a Marrakech pasamos por los preciosos paisajes del valle de Ounila. Fue en la antigüedad la ruta de las caravanas, que llevaban sal y otros productos del desierto, enriqueciendo el pachá que habitaba en Telouet, en medio del recorrido.
Nuestra ruta continua cruzando el Alto Atlas por el puerto de montaña de Tizi n’Tichka, el paso de carretera más alto del norte de África, a 2260 metros de altura. El Atlas es una gran cordillera que ofrece de paisajes montañosos extraordinarios salpicados de pequeños pueblos bereberes. Haremos las paradas que queráis para fotografiarlos.