Te recogemos en el aeropuerto y empezamos el Circuito ciudades imperiales de Marruecos. Vamos a Marrakech. En función de la hora de llegada , de la mano de un guía local puedes visitar la gran ciudad de Marrakech. Descubrirás su dilatada historia a través de la famosa Koutoubia, el Palacio Bahía, las tumbas Saadíes, los jardines Majorelle y los jardines de la Menara.
La puerta del Atlas que abre su esplendor en Marrakech, ciudad única, epicentro del turismo y la artesanía. Desborda su luz, el rojo ardiente de sus edificios y el verde refrescante de sus palmeras y jardines. La ciudad vibra, ecléctica, exultante, combinando exotismo marroquí antiguo y moderno. Vivirla es una experiencia que brillará de forma especial en vuestro viaje.
La belleza de la ciudad antigua te fascinará. La música de la Plaza Djemaa El Fna, y el bullicio de las gentes en el impresionante zoco, el más grande de todo Marruecos, te transportan a otro tiempo. La aventura de perderse por las callejuelas de la Medina hasta volver a la plaza. Ésta es sin duda un lugar mágico, en el que vale la pena pasar horas. Tómate un té o come en alguna de sus terrazas. Volverás una y otra vez. Por la mañana está llena de puestos de zumo de naranja, malabaristas y encantadores de serpientes. Por la noche, la humareda de los puestos de comida tradicional marroquí se mezcla entre los músicos, bailarines y cuentacuentos que se reúnen en esta plaza. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los modernos locales nocturnos y la diversión del baile como en el cuento de las mil y una noches los encontrarás no sólo en Gueliz. El lujo y glamour de sus hoteles y restaurantes más exquisitos, el arte de sus museos, la comodidad y el encanto de sus riads... la hacen de lo más acogedora y cálida. Y posiblemente la ciudad más atractiva de todo Marruecos.