En cada ciudad de Marruecos resaltan sus mezquitas dándole identidad. Pasa como las iglesias en occidente, es bonito recorrer los barrios o pequeños pueblos simplemente porque en la más humilde hay detalles que encontrar. Aquí recorremos las principales mezquitas de la principal ciudad del norte, Tánger, una de nuestros puntos de partida preferidos. Cada minarete, la torre que las preside, es un punto de referencia. Puedes utilizar este post para establecerte un recorrido por la ciudad.
Por supuesto, el mejor momento para verlas es cuando el muecín llama al rezo. El misterio de la vida se revela entonces con mayor fuerza y percibes su espiritualidad. En ninguna está permitido el acceso si no eres musulmán. Los viernes al mediodía sobretodo, la afluencia de gente es tanta que el tráfico a su alrededor puede volverse caótico. Evita estos momentos, a veces hasta se reza en el exterior por falta de espacio, así que si estás allí observa con respeto y mejor la visitas más tarde.
Las mezquitas de Tánger
En la plaza 9 abril, el antiguo zoco grande de Tánger, está la mezquita Sidi Bou Abib, que se erige en la plaza ya desde inicios del s. XX. La que se ve desde allí es la fachada en arcos con un reloj lateral . Las trabajadas paredes laterales de color rosado con los dibujos de rombo en lo alto hacen inconfundible su minarete. Es mejor admirarlo desde los jardines de la Mendoubia que quedan detrás y la calle que da al cementerio cercano.
En la medina de Tánger hay la Grand Mosqué, desde el Zocco chico en dirección a la nueva marina. Su verde y blanco sobresale de golpe en la calle empinada. Desde el mirador al final de la calle, donde también hay algunos cañones, se ve el minarete en una bella perspectiva.
Otra mezquita que nos gusta es también la que está en el cruce superior de Casabarata, en una esquina justo después del mercado. Sus paredes de tono ocre trabajado resaltan sobre el marco blanco que la perfila. Es enorme. Siempre hay un gran embotellaje cerca, así que si pasas en coche podrás divisarla rápidamente. Pero vale la pena acercarse más y pasear cerca de ella. Además es una oportunidad única de adentrarse en el mercado bullicioso y permanente que es Casabarata. Un laberinto intrincado de tiendas y tiendecitas bajo los techos de hojalata donde puedes encontrar de todo.
La mosqué des syriens es la que tiene un minarete alargado que le dan un aire totalmente diferente. Siempre me ha llamado la atención. Es la que está cerca de la vieja estación de autobuses. Preside la descomunal rotonda que conecta la carretera de Rabat con la Corniche, la que apodaban «rotonda de la muerte» por su siniestro pasado. Ahora con el nuevo túnel que la cruza por debajo los atascos aún son descomunales pero ya no hay estos accidentes. La mezquita es muy bella, aislada entre los parques de alrededor y la misma rotonda, se divisa el delgado minarete mientras vas avanzando con el coche poco a poco.
Y acabamos yendo a la rotonda del llamado barrio de Iberia, cerca de consulado español. Es imponente la mezquita de Mohamed V en la plaza que lleva el mismo nombre, Iberia. Además puedes llegar en un tranquilo paseo desde la plaza 9 de abril y contemplarás un barrio que parecería de una ciudad española antigua. Enfrente del consulado español un muro de pinturas murales que se cambian constantemente te recordará a las que se hacen en Assilah. La mezquita tiene una hilera de arcos muy bellos que flanquean su puerta principal. No os los mostramos para que tengais ganas de verla por vosotros mismos. Y el minarete es precioso, el más alto de todo Tánger.
Quizás algun día hagamos otro post, porque aún nos quedan más mezquitas que mostraros de Tánger, como las que encuentras cerca de la carretera principal a Rabat: La enorme nueva que construyeron en una esquina casi llegando al aeropuerto, o la que está justo antes de un paso cebra muy peligroso en la zona de Casabarata y que siempre hemos fotografiado por sus nidos de cigüeñas tan entrañables.
¿Te han entrado ganas de visitar Tánger?
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