Marabú en Marruecos. ¿Que es? Se le ocurrió preguntar a un viajero viendo uno por la carretera. Es un edificio funerario para una persona buena. Una especie de santo. Los hay casi en cada ciudad, en muchos lugares de Marruecos. Se extienden por todo el Magreb y norte de África; pero con menos densidad hacia al este. Se llama así al mausoleo o santuario que contiene la tumba de una persona que se ganó en vida un respeto especial. A veces era un maestro religioso o sabio del Corán, un peregrino o alguien que realizó buenas acciones. En realidad, la palabra marabú, en español morabito, significa persona piadosa o santón musulmán (wali saleh, jefe bueno). Así que, comúnmente, se utiliza la misma palabra Marabú para designar el edificio donde reposan los restos del difunto.
Un marabú en Marruecos es un lugar de peregrinación y culto, en el que cada año se junta la gente del pueblo y alrededores para hacer una especie de fiesta en honor al santón. Aclaremos que la visita o «ziara«, el recorrido que se hace a este lugar santo, no es propiamente un peregrinaje, ya que este concepto sólo está reservado para el viaje a la Meca en el Islam. Pero hay quien va al lugar en busca de un acercamiento con Dios. O para recibir el baraka, una especie de bendición, que supuestamente aún confiere el lugar.
Historia
El período (a menudo ligado al calendario agrícola) en el cual se celebra el encuentro se llama Moussem. Los hay más o menos importantes en Marruecos y reciben el nombre del lugar. Este es una mezcla de festival o ritual sagrado y pagano a la vez. Se dice que proviene de tradiciones sefardíes y de los amazig, es decir, de cuando los bereberes creían en religiones politeísticas. Estas tradiciones se mezclaron con la de venerar los santos del mundo cristiano. A saber que ni en el islam ni el judaísmo, no existen los santos tal y como se entienden en el cristianismo.
Reconocerás los marabús por la bóveda que sobresale en la parte superior del edificio, llamada qubba. Suelen pintarse de blanco cuando están cerca del mar para protegerlos de la sal. Pero la mayoría de marabús son sin pintar o sólo tienen pintada esta cúpula redonda.
Normalmente un marabú en Marruecos se sitúa en lugares aislados, en algún promontorio y casi siempre con presencia de agua alrededor o conformando algún pequeño cementerio. Y es que muchos están en rutas que se utilizaban antaño por peregrinos. En ellas era muy importante encontrar estos puntos de abastecimiento, y eso explica también parte de su origen. También se encuentran en las fronteras de las antiguas tribus amazigues, donde solía haber disputas entre sus miembros y el personaje podría haber mediado en ellas, obtuviendo el reconocimiento de la comunidad. Creyentes o no, el respeto, tan importante en la cultura marroquí, es lo que se habría ganado esta persona en vida. Y por lo que siguen venerándolo los que le visitan.
El Moussem
Cuando se celebra el «moussem», o encuentro anual, las gentes llevan azúcar, velas y té. El azúcar se deja como ofrenda para el santón; los pobres lo recogerán después. Se reza. Se profiere el «madih nabaoui«, que es una especie de oración repetitiva al honor del profeta Mohammed. Hay sitios en que se acompaña con tambores y música. Tradiciones y creencias de antaño que en las grandes ciudades de hoy se van perdiendo poco a poco.
Un marabú en Marruecos. Uno no se imagina la complejidad que hay detrás de la historia de Marruecos, tierra que acogió diferentes civilizaciones y cada una de sus influencias. A día de hoy se vive una mezcla de ellas, y la interpretación se va sesgando poco a poco y se pierde con el tiempo. Pregunta viajero, interésate. Y si tienes la oportunidad, vívelo. Porque detrás de cada cosa que ves, hay un montón de historias y modos de vida fascinantes. Nosotros te ayudamos a descubrirlas en nuestro Tour de Tánger al desierto.