Una de las risas más largas que nos hemos pegado viajando, que han habido muchas, fue una vez en Agadir. Habíamos llegado tarde a la ciudad atlántica desde Marrakech, ya era de noche. Son 3 horas de viaje por autopista o un poco más si haces paradas para tomar algo y descansar.
Usa tu cabeza, la anécdota
Nos alojábamos en un hotel a las afueras. No eran tiempos de Google Maps obviamente y hacía tiempo que no habíamos estado en la ciudad. Así que empezamos a buscar la dirección, sin mapas. En algún punto ocurrió que perdimos la orientación y decidimos preguntar para no perder más tiempo. Agadir no es muy grande, pero teníamos ganas de llegar y cenar. No había ya gente a esas horas por las calles, pero por suerte, justo entonces pasaba por el lado del coche un hombre de mediana edad al que paramos.
Muy amablemente, empezó a darnos las primeras indicaciones, recto, gira a la derecha, rotonda… tratábamos de memorizarlo. Nuestra sorpresa fue cuando su indicación final fue algo así como “desde allí, usa tu cabeza”. No dábamos crédito a lo que habíamos oído. ¿Pues para qué le preguntamos? le dijimos. Sonrió encogiendo los brazos y nos despedimos. Mientras arrancábamos el coche rememoramos la ocurrencia: “usa tu cabeza” nos había dicho, como si llegados a cierta zona, ya con la mente pudieras visualizar el camino. “Usa tu cabeza”…. el hombre se había quedado bien descansado, en vez de decir a partir de ahí vuelve a preguntar o no sé más,…. Fue tal el ataque de risa que nos cogió, que casi no podíamos ni recordar las primeras indicaciones.
Seguimos un poco más hasta donde buenamente supimos, y creo que volvimos a preguntar, esta vez con más suerte. No, no utilizamos poderes paranormales para poder llegar, aunque si que poco después empezamos recordar las calles y lugares. La frase de aquel viaje, y de otras muchas situaciones que hemos vivido después, fue por supuesto “usa tu cabeza”. Frase mítica y definitiva donde las haya, ¿verdad?
Agadir, ciudad balneario
Ni que decir que estuvimos en Agadir fantásticamente esos días. Sabías cuántas cosas se pueden hacer ahí? Agadir es un destino vacacional con muy buen tiempo durante todo el año, por lo que es elegido por multitud de viajeros internacionales. A su aeropuerto llegan vuelos directos por ejemplo desde Stockholm (Suecia) y otros países del norte de Europa.
Es una ciudad balneario en la que a parte de tomar el sol en la playa y bañarse en el Atlántico, se pueden hacer deportes acuáticos como el surf, kitesurfing y windsurfing. Además su origen portugués le dotó de una bonita fortaleza a la que se sube para además divisar el espectacular panorama de su playa en forma de concha. Pasear por su medina y comprar en los zocos la artesanía local son parte de su atractivo. La ciudad se ve moderna, ya que fue prácticamente reconstruida después del terremoto que la devastó en 1960, matando un tercio de su población, y dejando la zona directamente sobre la falla, deshabitada para siempre.
Cosas que hacer en Agadir
La zona alberga otros tesoros turísticos impresionantes:
– En la playa de Anza, al norte de Agadir, cuando baja la marea puedes ir a descubrir las sorprendentes huellas de dinosaurio que se conservan en las piedras.
– Pero también puedes visitar los alrededores de este enclave paradisíaco, en una excursión al que llaman precisamente Paradise valley, donde además se puede hacer trekking para llegar a un sinfín de piscinas naturales en las que bañarse.
– Puedes también recorrer las dunas y la desembocadura río del parque nacional de Souss Massa, y observar pájaros y otra fauna silvestre. Es el hábitat del Ibis eremita, una especie en peligro de extinción.
– Si te gustan los animales, Agadir tiene un parque que alberga cocodrilos del Nilo, tortugas gigantes terrestres e iguanas, así como un exótico jardín botánico.
– Por último, se puede visitar la cooperativa que fabrica productos naturales y de cosmética a partir del higo chumbo.
Agadir es punto de partida de un viaje a lo largo de la costa atlántica sur de Marruecos y descubrir las míticas playas de Taghaouz, o más al sur Legzira o Tan-tan. Esto pretenďíamos hacer cuando cambiamos de planes y fuimos al desierto. Pero esta parte del viaje es otra historia.
Viajar a Agadir
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